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Máquinas tragaperras: un juego con historia

De la máquina de póquer a la tragaperras moderna

¿Sabías que la máquina de juego precursora de las tragaperras actuales estaba basada en el póquer? La fiebre del Texas Holdem impulsó a Sittman y Pitt de Nueva York a desarrollar una máquina para los aficionados a este juego de cartas en 1891. Esta máquina contaba con cinco carretes con un total de 50 caras de cartas. Los jugadores podían ganar premios como bebida gratis, tabaco y diferentes tipos de productos.

Unos años más tarde, en 1895, Charles August Fey fabricó en San Francisco la primera máquina tragaperras que permitía pagos en metálico. Reemplazó los cinco carretes existentes por tres, así como las cartas por cinco símbolos: corazones, diamantes, picas, herraduras y una campana de la libertad. El pago más alto se daba por tres símbolos de campana, con lo cual la máquina se bautizó como Liberty Bell. Como Fey no solicitó una patente para su diseño, fue copiado por muchos otros fabricantes.

En 1902 las máquinas tragaperras fueron prohibidas en Estados Unidos, por ello, empezó la era de las máquinas de la fruta con Herbert Mills y su Operator Bell. En estas máquinas los símbolos eran frutas y los premios se pagaban en chicles y dulces del sabor correspondiente.  En este momento, la Bell-Fruit Gum Company añadió su propio símbolo, el conocido BAR.

Una razón por la que las máquinas tragaperras tenían tanto éxito era la palanca. Este enfoque manual daba la sensación a los jugadores de poder controlar el juego. Entonces, fue por ella que nació el apodo "la bandida de un solo brazo".

Así pues, durante muchos años las máquinas tragaperras se mantuvieron puramente mecánicas pero fue en 1964 cuando Bally lanzó la primera tragaperras completamente electromecánica: Money Honey.

Más adelante, en 1976, la compañía Fortune Coin creó la primera video-tragaperras. Con los años dejó de incluirse la palanca ya que no era necesaria para su funcionamiento. En 1996 se lanzó Reel'Em In por Industrias WMS: la primera video-tragaperras con una segunda pantalla de bonificación.

Durante estos años, las máquinas tragaperras se hicieron cada vez más populares en casinos, y las Vegas se convirtió en un referente mundial de estas máquinas así como del juego en general. En cuanto a España, la expansión de las máquinas tragaperras fue frenada por la dictadura franquista. Durante este periodo sólo se permitía apostar en las quinielas, el cupón de la ONCE y las carreras de hípica. Entonces, fue en 1977 cuando se legalizó el juego en este país y se popularizaron las máquinas tragaperras en bares y cafeterías. 

Fue en este momento cuando nació nuestro proyecto: Eurogame

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